martes, 17 de agosto de 2010

QUÉ TRISTE FERIA

T.G.
QUE TRISTE FERIA

Por fin se acabó la feria
que pena y al mismo tiempo
que vergüenza,
sí vergüenza la que yo he sentido
cuando yo he visto la feria.
He estado un tiempo fuera de aquí
y a todo el mundo
le hablaba de mi feria
que era la más hermosa,
que no había otra como ella
en este mundo,
que siempre se solía hacer procurando
que el día de nuestra Patrona
se encontrara dentro de ella,
hasta le he hecho
varias poesías dedicadas a mi feria
ya que para mi, mi tierra
es una cosa muy seria.
Por eso no puedo ver
como están desapareciendo
todas las hermosas tradiciones
que existían antes en ella
y esta poesía que hago
está hecha con el corazón herido
de esta humilde Melillense;
que a quienes les corresponda
con toda humildad les pide
pero hechos y no promesas,
que hagan una feria digna
como antes se hacía para
poder disfrutar de ella.
Que en vez de parecer un rastro,
ya que rastros ya tenemos,
poner casetas de baile
para que puedan danzar las parejas
y que traigan atracciones
pero que sean buenas
para que todo el mundo
pueda divertirse en ellas,
ya que según yo creo
para eso son las ferias,
que la música suene
pero a las horas del descanso
suene un poco más tenue
para que las personas que
tengan que madrugar al día siguiente,
porque tienen que trabajar,
puedan también descansar en feria.
Y aquí va mi pregunta
¿es que es mucho pedir que
se hagan las cosas bien hechas?
Pues yo creo que no
ya que con poner un poquito
de su parte a los que llevan
el timón de esta bendita Tierra,
y yo cuando lo hagan así,
podré hacer una poesía alegre
y al mismo tiempo felicitarles
por haber hecho una gran feria
y con orgullo diré:
¡que Dios y la Virgen de la Victoria
bendigan a la feria de mi Tierra!.

Angelita Hernández López
©La Dama de Melilla
9/2007

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